El rebranding o cambio de marca no es algo que deba hacerse a cada rato, han que al hacerlo estamos desorientando a nuestros consumidores y habla de una falta de planificación de la empresa.
Los clientes y consumidores generalmente ubican a las empresas a través de su marca, luego entonces el cambiarla muy seguido los clientes pierden la ubicación de la misma perdiéndose en el olvido.
Recordemos que otro factor en el posicionamiento de una marca en la mente de los consumidores cosiste en la repetición de la misma.
¿Cuándo se debe cambiar la marca?
Si bien no hay una regla para cambiar, pero si existen 2 situaciones: renovación o actualización o cambio de marca.
Rebranding por renovación de marca.
La primera es un cambio por renovación en la marca para actualizarla, estoy en pasa con empresas antiguas que buscan precisamente colocarse nuevamente en la mente de los consumidores en estos casos la marca sufre cambios leves es su estructura, pero mantienen los colores, tipografías y algún elemento de la marca original.
Se puede aprovechar para cambiar y renovar la imagen corporativa y reestructurar todo lo que se pueda.
Rebranding por conflicto.
La otra situación en la que se cambia una marca es cuando existe un conflicto legal de duplicado de marca, similitud fonética o dificultades pare registrar la marca, siendo el nombre lo que causa estos conflictos.
Estos casos suceden por falta de planificación a futuro, como comentamos en nuestro post anterior “namming” obligando a las empresas a cambiar su nombre y perder su identidad y trayectoria, en este caso más que un cambio es un uno diseño, ya que lo único que quedará es la misma empresa obligando a cambiar absolutamente todo, en estos casos lo ideal es buscar bien el nombre y crear un diseño de marca único y asegurarse de registrarlo ante el IMPI.
Algo muy importante en el caso de rebranding por conflicto u obligación es olvidarse de la marca y lo que se hizo anteriormente, podemos conservar algo como el color o un elemento, sí, pero esto puede crear un problema al momento de crear la nueva marca, dificultando al estudio crear algo que los convenza, el muy importante dejar la antigua marca en el pasado y dar paso a una nueva versión de la empresa.
Para ambos casos debemos considerar la construcción de la identidad de la marca basándonos en la experiencia de la empresa y lo que quiere transmitir, así como procurar una imagen corporativa impecable y reforzar las estrategias de re-posicionamiento o posicionamiento de la marca para que los antiguos clientes los identifiquen y el mercado los identifique de manera oportuna.
En vorágine estudio creamos marcas únicas y nos aseguramos de revisar coincidencias o similitudes antes de ofrecer alguna propuesta, precisamente para evitar estos conflictos, haciendo de nuestras marcas creativas, funcionales y con sentido propio.